La memoria no tiene precio

Columna de opinión de Víctor Ferrández en el Diario Información, 01.05.2017

Torrevieja fue un pueblo en la retaguardia de una guerra que el ejército fascista a lomos del General Franco inició para derrocar al gobierno legítimo de la II República, la democracia más avanzada que ha conocido este Estado plural llamado España hasta la fecha.

Pescadores y salineros, hombres y mujeres, familias que intentaban hacer una vida normal en su pueblo, a la retaguardia de una guerra. Pero la aviación fascista italiana a los mandos de Franco había decidido no permitir que la población civil sobreviviera en paz. Preferían ver a España como un campo de pruebas de la II Guerra Mundial, y en eso se convirtieron las personas que vivían en la retaguardia, también en Torrevieja: en dianas sobre las que acertar con sus bombas asesinas.

Así Torrevieja vivió 8 bombardeos sobre su población civil, siendo el más cruento el que tuvo lugar el 25 de agosto de 1938 a las 10 de la mañana. Un bombardeo que provocó 19 personas asesinadas y docenas heridas. Por eso, desde IU Torrevieja recordamos cada año este bombardeo coincidiendo con la fecha en que se produjo, recordando que un ejército bombardeó a una población civil. Porque no queremos que estos hechos caigan en el olvido; la memoria no tiene precio.

Con el cambio de gobierno en la corporación municipal del que IU participa, por primera vez existe una voluntad institucional de reconocer a las víctimas de estos bombardeos que sufrieron la ira del fascismo. En este sentido, estamos trabajando en situar un monolito o pequeña escultura a la altura de la entrada del puerto junto a la comandancia, lugar aproximado en el que fallecieron el mayor número de personas aquella fatídica mañana del 25 de agosto de 1938, mientras nuestros antepasados esperaban para llevarse su ración de pescado.

A partir de aquí, IU Torrevieja no ha decidido ni el procedimiento de adjudicar este memorial, ni el coste ni la forma que debe tener. Pero participamos de estas decisiones en el gobierno local y estamos de acuerdo en que se haga un concurso entre los artistas interesados y que sea un jurado experto el que decida cuál es la propuesta ganadora. Una propuesta que tendría que incluir el acondicionamiento de la zona, los materiales y la remuneración del propio artista. La cifra que queremos prever en el presupuesto habla de unos 17.000 euros, aunque es muy probable que sufriera bajas durante las propuestas que llegaran al concurso.

He leído estos días a Pilar Gómez Magán, portavoz del Grupo Municipal de Ciudadanos en Torrevieja, decir que va a reclamar la modificación de esa partida a la baja, indicando que no está en contra de que exista un recuerdo simbólico a las víctimas mortales del bombardeo pero que esta cantidad es muy elevada y que se puede ubicar una placa conmemorativa porque considera innecesaria otro tipo de actuación. Insinuando que se puede poner en cuestión un presupuesto de casi cien millones de euros porque haya una partida de diecisiete mil para la instalación de un recuerdo a las víctimas de este bombardeo, un criterio cuanto menos banal que parece buscar más una excusa que un argumento.

Pero vamos que, independientemente de interpretaciones, parece ser que a la portavoz ciudadana le parecen demasiados los 800 euros por víctima mortal que va a costarle a la administración local que nunca se olvide el episodio más cruento de la historia de Torrevieja. Todavía hoy casi todas las y los torrevejenses tenemos algún conocido, amigo o pariente víctima de aquel bombardeo. Por eso le recomendaría a la señora Gómez Magán que se leyera el libro «Un pueblo en la retaguardia» para ver si así reflexiona y deja de poner precio a la memoria y al sufrimiento de las víctimas del fascismo en nuestro pueblo.

No digo que tenga que ser esta u otra cantidad el coste definitivo, somos dialogantes, pero desde luego IU Torrevieja velará porque el memorial que finalmente se instale sea el que se merece el recuerdo de todas y cada una de las víctimas del fascismo en Torrevieja, y esto no se va a conseguir con una simple placa que se pierda a la vista, sino con una obra de arte que llame a acercarse a los visitantes que transiten por la zona. Porque quien no conoce su historia está condenado a repetir sus errores.


http://www.diarioinformacion.com/vega-baja/2017/05/01/memoria-precio/1889056.html

Publicado en Concejal Víctor Ferrández, Memoria Historica, Política Municipal.