NO ES UN 1 DE MAYO MÁS

NO ES UN PRIMERO DE MAYO MÁS

El Primero de Mayo es el día internacional para la reivindicación de la clase trabajadora. Las personas que formamos parte de organizaciones obreras que luchan por los derechos laborales de las trabajadoras y trabajadores de todo el mundo no miramos el calendario, luchamos y reivindicamos cada día. Pero faltaría a la verdad si no reconociera que hoy tengo un sentimiento especial, porque no es un día cualquiera para quien vive de su trabajo, no es un Primero de Mayo más.

Este Primero de Mayo no estaré en la calle, y no porque haya perdido la conciencia social para reivindicar ni las ganas o la fuerza sino porque un bicho microscópico nos lo impide. Nos vamos a quedar en casa para salvar vidas, precisamente por conciencia social. Esa conciencia social que han demostrado las trabajadoras y trabajadores sanitarios, farmacéuticos, policía, transportistas, personal de supermercados…, héroes y heroínas que han mantenido en pie a toda la sociedad a pesar de las circunstancias.
Este Primero de Mayo no estaremos en la calle pero no significa que no luchemos, que no reivindiquemos por todos los medios a nuestro alcance.

Luchar no es mirar un carnet, un “escudo” o una marca política; luchar es pelear por lo que crees justo. Y por eso escribo estas líneas, porque cientos de miles de familias trabajadoras españolas están mucho peor que hace 47 días, cientos de millones en todo el mundo. O bien ya han perdido el trabajo o sienten el yugo sobre sus cabezas por el riesgo de perderlo.

¿Os imagináis que en esta crisis las organizaciones humanas de todo el mundo hubiéramos tenido empresas públicas potentes de luz, agua, vivienda, industriales, sanitarias, alimentación, etc…? Se habría garantizado el suministro de los servicios básicos a precios sociales y de urgencia, y el empleo de estas empresas, seguro, estable y digno, estaría garantizado como lo está el de los funcionarios.

Un sector público fuerte garantiza no depender de la especulación del capitalismo mundial para comprar todo lo que ahora hemos necesitado de urgencia para salvar vidas. Pero no olvidemos que estos servicios básicos también los necesitamos cada día, haya o no urgencia. Cuando el pueblo se sabe organizar es un pueblo sano y libre.

Ojalá hubiera una organización humana mundial en situación de afrontar este reto porque se lo exigiría y me pondría a su lado para conseguirlo, pero no existe. Por eso, creo que se lo tenemos que exigir al Gobierno de España, pero también ponernos a su lado.

Creo que nuestro Gobierno tiene que decirle a la Unión Europea, fuerte y claro, que esta vez no, que de esta crisis no vamos a salir rescatando al mercado sino a las personas. Si el Gobierno de España fuera capitalista, sé que esto nunca pasaría, pero con el actual Gobierno es posible. Lo contrario sería una decepción, sí, pero sobre todo avocar al sufrimiento a cientos de miles de familias trabajadoras…, otra vez.

No es un Primero de Mayo más. Nos jugamos que la reconstrucción sea para las personas o para el capital. Por eso, la sociedad civil organizada tiene que reivindicar unida y con fuerza, y exigir al Gobierno de España que se enfrente a Europa para hacer políticas sociales con mayúsculas…, pero también caminar a su lado cuando lo haga para que sienta el impulso de la fuerza del pueblo. Juntas y juntos podemos conseguir que este Primero de Mayo sea un nuevo principio, y que la nueva normalidad tenga una única prioridad; el bienestar y los derechos de las personas.

Víctor Ferrández Esteve, Licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración, y exconcejal de Izquierda Unida Torrevieja
A 1 de mayo de 2020